Paulovich, un paceño clásico

Reyqui Paulovich
Este singular personaje de las letras a sus 82 años todavía escribe –y no es que quiera que deje de hacerlo-, porque conocemos muchos jovencitos que ya no quieren escribir. Yo todavía soy un changuito y algún día me gustaría ser como él. Mi primer encuentro con él fue a través del periódico La Razón, de casualidad mientras leía –bueno, más que leer hojeaba el periódico- me topé con un espacio titulado “La noticia de perfil” y cuyo autor era un tal Paulovich. Pensé ese momento este debe ser segurito un yugoslavo, un serbio, un croata; puesto que hay bastantes de estos en nuestro país. Pero no, era la chapa de Alfonso Prudencio Claure. A partir de entonces empecé a leerlo todos los días y empezar a llegar a mis manos algunos de sus libros que todavía los conservo y aseguro que no los usé para cuñar ninguna mesa.
Quiero recordar un párrafo que lo encuentro adecuado para la ocasión y que se lo dedico con todo cariño a Paulovich; dicho párrafo se encuentra el libro Memorias de un joven puro y dice:
“Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos
veinticinco abriles que no volverán
veinticinco abriles volver a tenerlos
si cuando me acuerdo me pongo a yorar (…)
(…) Te acordás hermano, qué tiempos aquellos
eran otros hombres más hombres los nuestros.
No se conocía Coca ni Chichina,
los muchachos de antes no usaban gomina.”
Aquí va la historia de “Paulo” . Alfonso Prudencio Claure nació en La Paz, el 27 de agosto de 1927. Estudió periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo, en Madrid, donde se casó con la española Pilar Guerrero Rodríguez con quien tuvo cuatro hijos. Es miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua,  fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo, en 1999, y con el Premio Pedro Joaquín Chamorro, otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Creador de una serie de perennes personajes para enriquecer su famosa Noticia de perfil que comenzó a escribir hace 50 años en el periódico Presencia que ayudó a fundar. Paulovich ha escrito 11 libros con los similares contenidos irónico- humorísticos de su columna periodística, entre los cuales figuran El Diccionario De Cholo Ilustrado, Bolivia, typical país y Rosca, Rosca ¿qué estás haciendo?
Ahora también quiero rescatar un entrevista realizada por Marcelo Suárez Ramírez del periódico El Deber de Santa Cruz a nuestro querido, estimado y siempre bien ponderado Paulovich. Esto porque ganó un premio el año pasado:
- ¿Cómo fue su reacción cuando supo del premio?
- Fue algo sorpresivo, me emocioné tanto que incluso casi lloro. Realmente es un halago para mí esta distinción.
- ¿Qué significado tiene para usted la palabra libertad?
- Es algo fundamental, pero no es algo que sea ilimitado como muchos lo creen. La libertad está siempre condicionada por normas de conducta, de vida. Es una cosa valiosísima que hay que defenderla.
- ¿Alguna vez sintió peligrar su libertad en el ejercicio de su profesión?
- Siempre he vivido en libertad. Debo ser uno de los pocos periodistas que nunca fue encarcelado, que nunca conoció campos de concentración ni supo de destierros. Aunque sí he tenido muchos colegas amigos que sufrieron cárceles, destierros y otras penas.
- Hay quienes consideran que el periodismo es el mejor oficio del mundo, ¿usted qué opina?
- Para mí es una forma apasionante de existir. Yo sigo escribiendo, porque el día que lo deje de hacer no tendré razón para vivir, por eso escribo todos los días, lo necesito tanto como comer o dormir.
- Se van a cumplir 50 años desde la primera vez que se publicó La noticia de perfil. ¿Cómo nace esta columna de humor?
- Fue en 1958, cuando Presencia se convirtió de semanario en diario. El doctor Huáscar Cajías me dijo que un diario debía de tener una columna de humor y consideraba que yo era el indicado para hacerla. Fue así que la columna Cartas a mí mismo, que yo escribía semanalmente, firmándola como Paulo, pasó a ser La noticia de perfil, esta vez firmada con el seudónimo de Paulovich, que en lengua eslava quiere decir 'el hijo de Paulo'.
- ¿A usted le resulta más fácil escribir artículos de humor o noticias serias?
- Creo que escribir sobre humor es más difícil, porque, a mi parecer, se trata de un género mayor dentro de la literatura y el periodismo. En un artículo serio se conoce el motivo, se busca el origen y el fin de cada problema; se hace un razonamiento y finalmente se llega a una conclusión. En cambio en el humor se puede repetir todo ese proceso, pero con mayores ingredientes, los cuales hay que saber utilizarlos.
- ¿Todos sus personajes de la columna se inspiran en la vida real?
- Algunos tienen algo de reales y otros son enteramente ficticios, eso decidí hacerlo para que el lector no se aburriera de leerme siempre en primera persona, por eso busqué algunos personajes que figuraran como mis parientes, para que dialoguen conmigo.
- Sus tíos tienen características muy particulares...
- Sí, sobre todo mi tía Restituta viuda de Batistuta, creo que es la más especial. También incluyo a veces a personajes poco solemnes, como mis tíos Pelópidas y Huebastián, que representan a esos parientes desubicados que todos tenemos en la familia.
- ¿Qué le dicen sus parientes cuando son aludidos?
- La mayoría se han sentido halagados de que me refiera a ellos, e incluso me han llegado a reclamar cuando llevo bastante tiempo sin mencionarlos en la columna, tal es el caso de mi tía Omaygad...y tiene razón porque hace rato que no hablo de ella.
- Alguien con quien conversa mucho en la columna es su esposa, la española. ¿Ella qué opina?
- Así es, la mayor parte de mis diálogos son con la 'hispanoparlante'. Sin embargo, ella tiene un humor distinto, muy español, por ello es que veces se sorprende de las alusiones que le hago.
- ¿Existe en realidad el bar Chuma?
- Sí, hace tiempo era mi sitio de recreo y de diálogo con mis amigos en La Paz, pero en realidad se llama El Georgísimo. Ahí he pasado muchos años, escribiendo y disfrutando, pero nunca lo menciono con su nombre original, porque el dueño me dijo que no le hiciera propaganda, ya que tenía demasiados clientes.
- ¿Lo sigue frecuentando?
- Hace rato que no lo frecuento. Ahora, como la mayoría de los cholos, me he alzado, me he bajado de las laderas a Calacoto y a San Miguel.
- A propósito de cholos, una de sus obras más célebres es el Diccionario del Cholo Ilustrado. ¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
- Me di cuenta de que el Diccionario de Bolivianismos era muy serio, así que decidí hacer uno similar, pero con algo de humor criollo. Fue un libro que tuvo mucho éxito cuando salió; luego, mucha gente me pidió que escriba una nueva  versión y creo que lo voy a hacer porque con el paso del tiempo algunas palabras se pierden y otras van apareciendo.
- Tengo entendido que lo último que publicó fueron unas 'Crónicas del nuevo humor de un periodista que perdió su próstata'...
- Así es, fue durante la última gestión de Goni, el libro se titula originalmente Ríete y serás feliz. Ese libro lo escribí porque el Banco Boliviano Americano corrió con la edición, pero después no me atreví a publicar más, ya que mientras no se tenga un editor es muy arriesgado hacerlo por la falta de recursos para encarar una obra de ese tipo.
- ¿Qué significado tienen las palabras indio y mestizo para usted en estos tiempos?
- Creo que debemos revalorizar estos dos términos, pues la mayor parte de nuestra población es mestiza, somos mezcla de indio y de español. Hay que  tomar nuestro mestizaje con orgullo y dignidad, como lo hacen los peruanos y mexicanos, por ejemplo. La palabra cholo en Perú no es malsonante, se la dice con afecto. En México están orgullosos de lo que son y ellos sí que tuvieron su primer presidente indígena (Benito Juárez). Evo Morales no es indio, es un mestizo que no habla ni aimara ni quechua y no sé por qué levanta la bandera de que es indio. Debe ser porque eso le da un buen cartel afuera.
- ¿Qué expectativas tiene acerca de la situación que vive el país?
- Evo Morales sabe lo que quiere, él necesita de un gobierno fuerte y una Constitución que lo proteja. Lo que espero, como la mayoría, es que las cosas se solucionen; considero que en este momento lo importante es que en lugar de pelear elaboremos una Constitución que sea de todos y para todos.
Uno de mis grandes deseos es que tenga la oportunidad de que firme los libros que tengo de él.
Para no que no lo conocen escribe aquí en La Paz para La Prensa y El Alteño (Bueno no estoy seguro si éste último lo sigue publicando)
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