Amalia Pando: ‘A mí me encanta poner en apuros y que me pongan en apuros’

Cabildeando con Amalia Pando

— ¿Existe alguna diferencia entre la periodista y la mujer ?

— Soy la misma en todo lado.

— ¿Ha sido amedrentada en alguna ocasión?

— El trabajo de periodista es el más riesgoso del mundo. En nuestro país, por suerte, la cosa es bastante tranquila. Yo todavía me siento muy cómoda y libre de trabajar en este oficio.

— ¿Se imagina haciendo otro tipo de trabajo?

— Yo intenté hacer en mi vida otras cosas, pero no hay vuelta, lo único que sé hacer bien es esto.

— ¿Cuál fue el área que más le ha gustado cubrir?

— Llevo más o menos 30 años como periodista, quizás algunos más o algunos menos (sonríe). Antes había una visión muy racista hacia la fuente policial porque se pensaba que era malo y era despreciado por las cúpulas de poder, pero a mí me encantaba.

—¿Es cierto que usted golpeó a un hombre acusado de violación.

— Sí. Resulta que llegó detenido de los Yungas un campesino acusado de haber violado a su hijastra, muy pequeñita, ella tendría cinco años. Lo agarraron y yo lo pude encontrar de frente y el tipo dijo: ‘yo pido perdón, fue una sola vez’. Yo agarré el micrófono y se lo partí en la cabeza y, la verdad, lo volvería a hacer.

— ¿Estaba muy indignada?

— Sé que una, como periodista, debe tomar distancia y que las cosas no nos deberían afectar, pero el día que no me afecte la realidad también dejaré de ser periodista.

— ¿Qué opina de los hombres?

— Yo creo que más bien son pocos los hombres capaces de estas cosas tan terribles, son la excepción. Hay hombres maravillosos y tiernos.

— ¿Le ha tocado un hombre así?

— Sí, mi padre, el hombre de mi vida. Ha sido tan lindo, a mí me ha tocado un padre maravilloso. No todos son violadores y golpeadores, pero los hay y hay que luchar contra eso.

— ¿Está casada, tiene hijos?

— Casada varias veces, pero no quiero entrar en terrenos fangosos (sonríe) y tengo un hijo.

— ¿Usted cree que ha sacrificado la familia por el trabajo?

— Se hace otro tipo de familia y otros horarios, no siempre serán los establecidos, son cosas de la profesión.

— ¿Cómo ve a la nueva generación de comunicadores?

— Creo que está surgiendo una nueva generación, de la mía quedamos muy pocos. Lo malo es que fueron devastados por un terremoto político. La nueva generación se está fogueando, pero todavía no veo grandes resultados. No sé si es pedantería de mi parte, me disculpo, pero surgirá, eso es seguro.

— ¿La política no la ha tentado?

— Me tientan (sonríe). Yo vengo de la política, pero a esta altura ya no. Es bueno nunca decir nunca, quién sabe, de momento estoy tan cómoda con lo que hago que realmente tendría que ser loca para cambiarlo por algo tan fangoso como la política.

— Regresó a la televisión...

— Es algo que me gusta. Para mí no es trabajo, es una pasión y eso se nota en pantallas. A mí me encanta hablar con la gente y ponerlos en apuros y que me pongan en apuros. Ver si puedo desarrollar un periodismo agudo, pero respetuoso.

— ¿Es una periodista exitosa?

— Creo que logré respeto porque he aprendido a hacer periodismo serio. Me he equivocado, no una vez, sino  miles de veces, pero he intentado corregir esos errores. Aprendí a ser lo más precisa posible, es decir, que cuando digo que llueve, es que llueve.

La Razón

_

Publicar un comentario

0 Comentarios