Políticos y escándalos sexuales, una relación demasiado habitual

Clinton

Una limpiadora de un hotel de Nueva York ha denunciado al director del FMI, Dominique Strauss-Khan, por abuso sexual. Strauss-Khan ha sido detenido y está a la espera de pasar a disposición judicial tan pronto estén los resultados de las pruebas de ADN que le ha practicado la Policía de Nueva York. Este caso devuelve a la palestra otros sonados escándalos sexuales de políticos. Desde John Kennedy a Bill Clinton, pasando por Silvio Berlusconi o el propio alcalde de Ponferrada, todos perdieron los papeles, los modales, las formas y hasta su carrera por un rato de sexo.

De actualidad está Silvio Berlusconi, que se ha convertido en el primer líder de un país que tiene que dar la cara ante un juez durante su mandato por presunto abuso sexual de una menor, en el llamado 'caso ruby'.  Las fotos y los testimonios de las fiestas con las velinas a las que supuestamente invitaba en sus mansiones han dado también la vuelta al mundo. Pese a los juicios, Berlusconi se mantiene firme en el poder.

Bill Clinton

El que fuera jefe de Estado de Israel de 2000 a 2007, Moshe Katsav, sí dejó su cargo después de que varias empleadas le acusaran de acoso sexual. Una incluso presentó cargos por violación. Recientemente, Katsav ha sido condenado en el Tribunal de Distrito de Tel Aviv a siete años de prisión por violación y agresión sexual.

En Estados Unidos han sido varios los presidentes afectados por los escándalos de tipo sexual. De sobra son conocidas las infidelidades de  John Kennedy, entre ellas la relación que mantuvo con Marilyn Monroe o con una mujer que a su vez estaba viéndose con dos capos de la Mafia.

Pero el escándalo por excelencia fue el de otro demócrata, Bill Clinton.  En 1998, el entonces presidente mintió públicamente al negar una relación sexual con la becaria Monica Lewinsky. La humillación que sufrió fue global. Fue impugnado por perjurio, abuso del poder y obstrucción a la justicia. Clinton entonó entonces el "mea culpa" por el romance con la becaria alejando la posibilidad de ser expulsado del cargo, pero su proyección pública se resintió.

El caso español

Cuando han preguntado a expertos en EE UU por qué se repite el binomio político-escándalo sexual, varios dicen que los líderes más carismáticos son tipos de carácter osado que tienden a arriesgarse demasiado. Otros aducen que los políticos representan al 'macho alfa', el gorila de la manada. Por osados llegar al poder, pero ese carácter les hace también más cercanos al perfil de acosador, señalan.

Otros escándalos que dieron la vuelta al mundo son los del legislador republicano Larry Craig, involucrado en un escándalo homosexual, y el del también republicano Elliot Spitzer. Craig fue descubierto en un baño público al que van homosexuales a mantener relaciones anónimas y renunció a su cargo. Elliot Spitzer dimitió de gobernador de Nueva York por su relación con una prostituta. Considerado la imagen de la rectitud moral y de los valores familiares, vio como su carrera política caía en picado.

También en España se han dado casos así. El exalcalde de Ponferrada, Ismael Alvarez, que ahora regresa a la política local, fue condenado hace nueve años por acoso sexual a la que fuera concejala y teniente de alcalde de su corporación, Nevenka Fernández. Más recientemente un exconcejal del PP de Palma Mallorca, Rodrigo de Santos, fue juzgado por gastarse dinero público en drogas y en prostíbulos gays. La noticia causó una amplia conmoción en la clase política balear por la relevancia pública del acusado, que fue número dos del Ayuntamiento de Palma y desempñó diversos cargos públicos en la isla.

20minutos.es

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