Apátridas: Doce millones de personas en el mundo no tienen patria

Bolivia InformaEl Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha lanzado este jueves una campaña con la que quiere volver a concienciar sobre la situación de los 'sin patria', con motivo del 50 aniversario de la aprobación de la Convención sobre Apátridas.

Esta peculiar condición jurídica, que atañe a "cualquier persona a la que ningún Estado considera destinatario de la aplicación de su legislación", fue compartida hace años por personajes históricos como Albert Einstein, Alexander Solzhenitsin o el "Che" Guevara; y en la actualidad la siguen sufriendo doce millones de personas que no tienen derecho a pasaporte. Sin embargo, pese al alto número de personas que viven en este "limbo", el problema de los "sin patria" dejó de tener un impacto en la opinión pública internacional en la segunda mitad del siglo XX, de ahí que ACNUR haya lanzado esta iniciativa.

"Esta gente necesita ayuda de manera desesperada porque vive en un limbo legal de pesadilla", manifestó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el portugués Antonio Guterres.

Técnicamente, los apátridas no son ciudadanos de ningún país, lo que acarrea dramas humanos, ya que las personas en esta situación carecen en la mayoría de los casos de derechos básicos, como la vivienda, la educación, la sanidad o el acceso al trabajo. Se trata de personas que, por lo general, no pueden comprar una propiedad, no pueden abrir una cuenta de banco, no pueden casarse y ni siquiera registrar el nacimiento de sus hijos, siendo habituales los largos periodos de confinamiento al no poder demostrar su procedencia.

Se trata, según Guterres, de algunas de las personas "más marginadas en el mundo", colectivos "que llevan siendo marginados desde hace generaciones, creando un gran estrés en las sociedades en las que viven y siendo fuente, en algunos casos, de conflicto". ACNUR, que cifra en doce millones el número de apátridas, ha constatado que el problema es especialmente serio en el sudeste asiático, Asia Central, Europa del Este y Oriente Medio, aunque advierte de que el de los apátridas es "un problema que no sabe de fronteras ni de estilos de vida".

No tener nacionalidad puede deberse a varios motivos

Puede ocurrir por renuncia, sin adquisición de una nueva nacionalidad; o porque la persona en cuestión nunca la tuvo, algo que sucedería a un niño nacido en un Estado que determina su nacionalidad por el ius sanguinis (la nacionalidad se obtiene por filiación biológica o adoptiva) y cuyos padres son ciudadanos de un Estado que establece el ius soli (donde la nacionalidad procede del lugar donde se nace) para dar la nacionalidad.
Fue algo que afectó durante algún tiempo a 200.000 niños brasileños nacidos en el extranjero, ya que la Constitución exigía que los menores hijos de brasileños nacidos en el extranjero residieran en Brasil para poder obtener la nacionalidad.  El problema, que en el caso de Brasil quedó solucionado tras la aprobación de una enmienda constitucional en 2007, se creaba en el caso de los niños que nacían en países que no reconocían el derecho a la nacionalidad únicamente por el nacimiento en su territorio.

Pero las causas más habituales en las últimas décadas, según el responsable de la Unidad de Apátridas de ACNUR, Mark Manly, son la formación de nuevos Estados -como el caso reciente de Sudán del Sur-, la transferencia de territorios o el cambio de fronteras. Manly recordó la hecatombe de la década de 1990, cuando la caída del bloque soviético convirtió en apátridas a cientos de miles de ciudadanos de las desaparecidas URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia.

El problema sigue abierto

"La mayoría de los casos en esa región se resolvieron", señaló el experto de ACNUR, quien recordó no obstante que actualmente miles de gitanos europeos siguen viviendo sin tener un pasaporte. Otro colectivo que ha sido discriminado son las mujeres, que en algunos casos se han visto relegadas por el mero hecho de serlo y en muchos países pierden la nacionalidad si se casan con extranjeros, lo que puede afectar también a sus hijos.
ACNUR subrayó que en una treintena de países las leyes sobre nacionalidad siguen discriminando a las mujeres, aunque se felicitó por los cambios legales en Egipto (2004), Indonesia (2006), Bangladesh (2009), Kenia (2010) y Túnez (2010) para garantizar que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres.

Sin embargo, en la actualidad el gran problema es la falta de voluntad de los Estados, ya que de los 193 países miembros de la ONU solo 66 han firmado la Convención sobre el Estatus de las Personas Apátridas de 1954, que establece unos derechos básicos para estas personas, y solo 38 han suscrito la Convención sobre Apátridas que cumple ahora medio siglo.

"Es vergonzoso que millones de personas vivan sin nacionalidad, un derecho humano básico", dijo Guterres, quien lamentó que un problema de esta envergadura pase desapercibido.// 20minutos.es

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