La Paz: Los callejones más peligrosos de la ciudad están en unos ocho sectores

Según la fuerza anticrimen de La Paz, los callejones más peligrosos se hallan en, al menos, ocho sectores de la ciudad. Los estrechos pasadizos no permiten el ingreso de vehículos, no tienen iluminación o falta patrullaje policial.

En el listado figuran Tembladerani, la avenida Buenos Aires, la zona del Cementerio General, Gran Poder, Villa Victoria, zona Norte (parque Riosinho y calles adyacentes), un sector de Villa Pabón, Villa Copacabana y otros aledaños.

Sin embargo, el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Hernán Rodríguez, puntualizó que en La Paz los callejones abundan y que, por sus “mismas características, constituyen un factor de riesgo ya que al principio de estas vías se esconden antisociales que se aprovechan de la oscuridad para cometer ilícitos”.

La FELCC tiene reportes de atracos, cogoteos y otro tipo de ataques a la integridad física y a la propiedad de las personas.
“Yo vivo en el pasaje López Ordóñez (zona Norte). Por las noches siempre hay asaltos, sobre todo los fines de semana. No hay patrullaje en la zona. Se contrató seguridad privada debido a que delincuentes ingresaron a un internet en la esquina y se robaron todo”, asegura Mariana Sánchez, que vive hace un decenio en la callejuela.

El pasaje tiene metro y medio de ancho y cuatro luminarias. La mayoría de las casas son de adobe y el piso es de cemento. En el ingreso se observa un cúmulo de basura, botellas de alcohol y manchas de sangre en las paredes. El pasaje está conectado con la calle Catacora, en inmediaciones de la plaza Riosinho.

Un factor adicional de riesgo es que hay indigentes que se asientan en el callejón aconsumir bebidas alcohólicas. “Además, los estudiantes de la Unidad Educativa Pabón trepan una de las paredes traseras que da hacia el pasaje y se escapan para beber”.
La Razón realizó un recorrido nocturno por los callejones del Cementerio General, Puente Topáter, Gran Poder, San Pedro y la zona Norte.

El pasaje Calama, ubicado a media cuadra del colegio Antonio Díaz Villamil, es otro de los lugares considerados por los vecinos como uno de los más peligrosos. Es estrecho, tiene una extensión equivalente a tres cuadras y sólo cuenta con dos luminarias.
“En la noche, en esta calle se escuchan gritos de jóvenes que dicen ‘me han asaltado’. Incluso, hay grupos de muchachos que han ingresado a las casas a robar. No podemos dormir tranquilos. Un día, a mi hijo de 14 años, a las 19.00, lo atracaron a media cuadra del parque Riosinho. Lo golpearon porque no tenía nada”, cuenta la vecina Alejandra Céspedes.

A eso se suma que en la calle adyacente, final Genaro Sanjinés, hay un bar que opera a puerta cerrada, regentado, según ella, por un joven agresivo que amedrenta a los vecinos.

En la zona del Cementerio General hay un callejón cerca al Puente Topáter que no tiene nombre. Según los habitantes, allí se esconden delincuentes para robarles a los transeúntes sus billeteras, carteras e incluso su ropa.

Más abajo, antes de llegar a la calle Abaroa (Buenos Aires), hay otros dos casi en penumbras. “En el ingreso siempre está un grupo de antisociales, en la mañana y en la noche atracan en las puertas de las casas. Incluso, detrás de un vehículo estacionado hubo una violación”, dice Sandra Machaca.

En la Gallardo, hay un pasaje totalmente oscuro, donde existen tres viviendas y un terreno baldío. “En ese terreno se esconden los asaltantes. Por lo menos, dos veces a la semana asaltan a alguien. Para ahuyentarlos yo salía, pero ya tengo miedo por temor a represalias”, cuenta Juana Choque.

Paralelo a este callejón, hay otro con gradas, donde indigentes consumen bebidas alcohólicas. “A veces echo agua para que no se sienten, pero amenazan con romper los vidrios de la casa. No hay patrullaje en este sector. Se llama a la Policía y vienen después de dos horas o no lo hacen”.

Sugerencias de la FELCC

El coronel Hernán Rodríguez recomendó no circular por los pasajes a altas horas de la noche y menos sin compañía. Se “debe evitar consumir bebidas alcohólicas para no ser víctima de un asalto”.

Desean cerrar el paso con rejas
Los vecinos del Cementerio General, Puente Topáter, Gran Poder, San Pedro y la zona Norte piden al Gobierno Municipal de La Paz colocar rejas a las calles sin salida para evitar más atracos.

“En el pasaje tengo dos vecinos más, pero nadie sale para ahuyentar a los asaltantes por temor. Pediría a la Alcaldía de La Paz que cierre los callejones colocando una reja, a la que tengamos acceso sólo los vecinos que vivimos ahí. Estamos cansados de que ocurran tantos atracos”, afirma Juana Choque, vecina de Gran Poder.

De forma coincidente, Roberto Lima, morador de la zona del Cementerio General, sugirió que se coloque una puerta de fierro en este tipo de lugares.

“De esa forma, los delincuentes ya no tendrán un lugar para ocultarse y atracar a los transeúntes. Así, tampoco los indigentes podrán quedarse en estos lugares para beber. Pedimos también a la Alcaldía que ponga luminarias a estas calles”, manifestó.
Sin embargo, en el recorrido que realizó este medio por las diferentes zonas, observó que algunos vecinos ya instalaron rejas en los pasajes sin salida.

“Entre los vecinos que vivimos en el callejón recolectamos dinero para comprar una reja. Hemos enviado una serie de cartas a las autoridades, pero no hubo ninguna respuesta. Por eso, decidimos tomar esa medida para evitar más asaltos”, informó Pedro Cárdenas, un habitante de la zona Gran Poder cuya casa está ubicada en una callejuela, estrecha y sin salida.// La Razón

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