La Paz: Vendedoras toman calles y aceras de la ciudad

“No hay derecho. No se puede caminar por ningún lugar”, protesta Elsa de Gómez, mientras trata de abrirse paso por la calle Santa Cruz, esquivando a otros transeúntes y a los coches que circulan por esa arteria.

La misma escena se repite en otros puntos del corazón comercial de la ciudad, como la Buenos Aires, la Tumusla, Max Paredes, Manco Kápac y las calles Santa Cruz, Vicente Ochoa, Pedro de la Gasca, Antonio Gallardo, Isaac Tamayo, Calatayud e Incachaca.

No es día de feria ni fin de semana, es miércoles (5 de octubre), pero en todas estas vías las aceras están restringidas porque los locales comerciales usan como exhibidores las aceras, por los puestos de venta callejeros autorizados por la Alcaldía porque sus dueños pagan las patentes (aunque utilizan un espacio mayor al autorizado), por los centenares de comerciantes ambulantes que no ambulan y por la instalación de puestos ilegales.
Caos. La Tumusla es una de las vías con el tránsito peatonal más complicado. De 06.00 a 09.30, calles y aceras son tomadas por “las mañaneras” (vendedoras  mayoristas de ropa de manufactura local).

A las 10.00 se abren los locales comerciales que invaden con productos y escaparates la parte de la vía destinada a los peatones, y casi a la misma hora llega un enjambre de vendedores que paga patentes y se instala hasta las 20.30 con  pesados fardos y tablados sobre las aceras.

“No queremos venir por este lugar porque se quema gasolina y se pierde tiempo por tanta gente que transita por la avenida”, protesta el chofer Julio Vargas.

En las rutas paralelas, como la Max Paredes (doble vía) y la Buenos Aires (doble vía), los puestos de venta  están incluso sobre la calzada, aunque los transeúntes se han acostumbrado a caminar al lado de los coches, sorteando a cargadores y peatones.

“No existe orden, los comerciantes están regados por todo lado y los peatones se meten no más”, dice Gonzalo Millares, de la Central Única de Transporte Urbano de Pasajeros, quien observa que este problema impide el uso de hasta dos carriles.

En la Eloy Salmón, conocida por la venta de aparatos electrónicos, los comerciantes no se contentan con sacar sus productos a las aceras.  También ocupan con cajones la parte de la calzada que está frente a su negocio con el argumento de evitar que se utilice como estacionamiento y se les quite visibilidad, ya que podrían perder un comprador.

Un vendedor, que prefiere no identificarse, reconoce que ésta práctica no tiene autorización edil, pero “como todos lo hacen...”.

En la Vicente Ochoa se vende muebles y los comerciantes sacan a la calzada camas, sillones e instalan hasta comedores. “Nosotros pagamos patente para salir a la calle”, dice una vendedora. En la Pedro de la Gasca, allí, donde se ubica el “barrio chino”, las vías se cierran por las noches debido a la proliferación de “comerciantes” de productos de dudosa procedencia.

Dora Mendoza, cuyo local de equipos eléctricos está en la parte baja, dice que hay dueños de locales dispuestos a pagar una patente por el uso de la acera.

Otro punto complicado es la calle Isaac Tamayo, conocida por sus ferreterías y la venta de albañilería y limpieza.
La vía tiene dos carriles de los que sólo uno se utiliza debido a los excesos de los comerciantes.

No hay personal suficiente

Las normas municipales prohíben que los negocios ocupen espacios públicos, como aceras, calles y avenidas; sin embargo, la Alcaldía de La Paz carece del personal para hacerlas cumplir, admitió Pedro Susz, director de Gobernabilidad.

“La Alcaldía extiende licencias de funcionamiento (para locales), y la norma prohíbe que éstos se extiendan a la vía pública. También hay comerciantes (que venden en la calle) que pagan patentes, que tienen definidas las dimensiones de sus puestos y los horarios en los que pueden salir”, expresó.

“En el caso de la Eloy Salmón y la Vicente Ochoa, ningún negocio está autorizado a utilizar la calle para convertirla en un lugar de exposición de productos. Hubo operativos violentos (para poner en regla a estos comerciantes), pero al día siguiente igual vuelven a salir”, añadió.

Según informó el subalcalde de Max Paredes, Felipe Flores, para recuperar el control de las aceras se realizan operativos conjuntos entre la Guardia Municipal, la Oficialía Mayor de Promoción Económica y la Dirección de Mercados, que agrupa a unos 80 funcionarios, para sitios específicos.

“En los tres últimos meses hemos desarrollado 10 grandes operativos . Lamentablemente sólo nosotros no tenemos la capacidad para hacer seguimiento diario, pues apenas contamos con tres funcionarios”, añadió Flores.

“Es una gran cantidad de gente (sólo Max Paredes) y no podemos abarcar todas la áreas con problemas, todos los días”, afirmó Susz.

Sobre los comerciantes que se asientan ilegalmente en las calles, Susz informó que la Alcaldía busca su regularización.  “Estamos consensuando un reordenamiento, si finalmente no hay consenso, vamos a tener que hacerlo de la manera que corresponda”, advirtió.

Las autoridades están conscientes de que el incremento ilegal del comercio informal es efecto de un problema estructural.

Sólo en el macrodistrito Max Paredes están registrados 8.265 gremiales

La cifra no toma en cuenta a los comerciantes que no tienen patente

Según la Dirección de Mercados del Gobierno Municipal de La Paz, tan sólo en el macrodistrito de Max Paredes están registrados 8.265 comerciantes que pagan patentes, es decir que pueden comercializar sus productos en puestos callejeros, que tienen medidas y horarios específicos.

A esa cifra todavía se debe sumar la existencia de por lo menos un 30% más de comerciantes que no tienen una autorización municipal, opina el dirigente de los comerciantes de la calle Eloy Salmón, René Lima.

“La verdad es que a nosotros también nos afecta el incremento de los gremiales que venden en las calles, que son los que más utilizan las aceras y hasta las avenidas para la venta de sus productos”, señala.

En criterio de Lima, el mercado Uruguay tiene una gran extensión que debería ser utilizada para la construcción de un gran mercado con niveles para que las personas que vendan en la calle puedan ser reubicadas. “Así se liberarían las aceras y sería más cómodo para todos”, agrega.
Control. Respecto a la ocupación ilegal que los comerciantes que tienen sus locales hacen de las aceras y hasta de la calzada, Lima sostiene que su gremio está de acuerdo en cumplir la norma y no excederse ni un centímetro más fuera del local.

“Pero antes de molestarnos a nosotros deberían primero hacer el control en la Max Paredes, en la Tumulsa donde no existe acera. Nosotros nos salimos sólo hasta la mitad, pero ellos, en la Vicente Ochoa, hasta la calzada están ocupando”, señala.

Sobre el problema que crean los gremiales, el subalcalde del macrodistrito Max Paredes, Felipe Flores, aclaró que quien se ocupa del control de este sector es la Dirección de Mercados.

“Hace una semana hemos llevado adelante un operativo entre la Dirección de Recaudaciones y la Dirección de Mercados para controlar los negocios y los puestos legales. El trabajo es difícil, pues se trata de una gran cantidad de personas”.

La autoridad anunció que a futuro se seguirán realizando operativos, sobre todo “donde se vea una nefasta ocupación de las vías”.// La Razón

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