Marcela Renjel de ATB: ‘La pantalla no lo es todo, espero que existan otras oportunidades’

Marcela Renjel es presentadora del noticiero central de ATB. Madre de dos niños y jefa de hogar. Actualmente divorciada, asegura estar en un momento muy pleno de su vida.

— Dejó de madrugar. ¿Cómo se siente con el cambio de horario?

— Me vino muy bien. Primero me costó mucho alejarme de la mañana porque han sido muchos años en ese horario, con un público que me seguía tempranito, pero por otro lado estoy recuperando el sueño perdido y pasando más tiempo con mis hijos. Para mí ha sido como una especie de cambio de continente y, por supuesto, le estamos metiendo muchísimas ganas y toda la responsabilidad que implica llevar adelante nuestros noticieros.

ATB Bolivia— ¿Qué reto implica la conducción del noticiero central?

— Estar en un horario estelar implica mantener la audiencia que siempre ha tenido ATB y mejorarla, si es posible. Además, mantener la responsabilidad con la que siempre informamos, sabemos que la gente llega a su casa para saber qué pasó y ése es nuestro trabajo.

—¿Cómo se siente ser una de las personas que por más tiempo se ha mantenido en esta red?

— Son 24 años que llevo en ATB. Yo comencé chiquilla acá. Para mí, cada año me ha servido para crecer, mejorar mi trabajo e ir madurando. Gané mucha experiencia en lo que es la producción y los informativos; yo siento que avancé mucho.

— ¿Siente que perdió algo al empezar tan joven?

— Cuando eres chica te dedicas a estar con los amigos, a salir... pero yo no, porque ya tenía una responsabilidad con mi trabajo. Pero todo eso tiene su recompensa. Siento que crecí con gente que me vio en diferentes partes del país y fuera de nuestras fronteras y mi gratitud es enorme con el público.

— ¿Cómo llegó a ATB?

— En Oruro comencé en radio como hobby, eso me abrió puertas y la gente que trabajaba conmigo en la radio me ofreció un espacio en la televisión. Yo estaba en el colegio y hacía programas juveniles, fue toda una experiencia que me sirvió para un mercado tan competitivo como el de La Paz y qué mejor que trabajar en el primer canal privado, entonces Paceña de televisión, lo que hoy es ATB.

— Entonces llegó Acento Latino. ¿Qué recuerda de esa época?

— Comenzamos con Acento Latino en el año 87 y jamás imaginé lo que iba a lograr: convertirse en uno de los programas más importantes. Fueron 13 años de programa, nos pusimos en los primeros lugares de ratings de audiencia.

— ¿Si pudiera calificar su carrera en el medio, qué número le daría?

— Le daría un diez, estoy muy contenta con lo que conseguí. Por supuesto soy alguien que se fija metas y creo que hay que seguir trabajando todos los días. No basta con ser una cara bonita, hay que prepararse siempre.

— ¿Cómo hace para dividir su tiempo entre el canal y su casa?

— Aprendí a delegar responsabilidades. Una mujer inteligente debe aprender a hacer eso, no importa la carrera o el trabajo que tengas.

— ¿Cómo se ve en un futuro?

— Me apasiona el trabajo de televisión y sé que la pantalla no lo es todo. Espero que existan otras oportunidades y me encantaría que fueran en ATB.

— ¿No le importaría estar detrás de cámaras?

— No, seguramente eso vendrá. Es un proceso y a todos nos toca y lo asumiría. Me gustaría producir y sé que hay muchos desafíos y retos por hacer.// La Razón

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