Por la inmensa Australia occidental, la más desconocida

Australia es una isla-continente. Un enorme trozo de tierra en su mayor parte casi deshabitada. Su zona oriental es la más conocida, visitada y habitada. Pero Australia esconde grandes tesoros al otro lado, en el occidente que mira a Asia. Seguimos las pistas que nos da DTlux. 

Perth es un oasis de urbanidad en el vasto territorio. Queda lejos de cualquier parte y estás más cerca de Yakarta que de Sidney. Se pueden recorrer las "surferas" playas de Cottesloe, Scarborough o Trigg.

Cerca se halla Fremantle, el puerto histórico de Perth, con su magnífica cultura del café. En isla Rottnest (se llega con un ferry) se puede admirar los peludos quokkas (mini canguros) y cetáceos: de septiembre a diciembre surcan las aguas cercanas las ballenas jorobadas del Antártico.

De Bunbury al vino de Margaret

El puerto de Bunbury alberga grupos de delfines mulares. Las cuevas que rodean los cabos Leeuwin y Naturaliste están plagadas de espectaculares formaciones de estalactitas y otras riquezas: un fósil de 25.000 años de antigüedad del tigre de Tasmania, supuestamente extinto, fue descubierto en la Cueva Jewel.

Unos pocos kilómetros al sur, el río Margaret es el lugar ideal para el vino y las olas: algunos de los mejores viñedos de Australia salpican las verdes colinas, hogar de los famosos cabernets australianos, y las olas de los arrecifes atraen a surfistas de élite.

Al este del cabo Leeuwin hay enormes bosques de gigantescos eucaliptos karris y comezones rojos. En Pemberton aparece majestuoso el árbol Gloucester, con sus 60 metros de altura.

Desiertos, desfiladeros y "nada"

Hay más de 4.000 km de carretera entre Perth y Darwin. Las extrañas formaciones rocosas del Desierto de los Pináculos marcan la arena cerca de la ciudad de Cervantes. Los rojos desfiladeros de arenisca en Kalbarri son una tentación para los amantes del rápel. Y más allá, las formaciones rocosas de estromatolitos en Shark Bay tienen 3.500 millones de años.

No hay casi nada entre Ningaloo y Darwin. Ese vacío es ya un atractivo. La ruta por los tesoros de la Australia occidental puede acabar en el Parque Nacional Purnululu en el rincón noreste del territorio, con sus rocas en forma de panal y sus baobabs.// 20minutos.es

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