Vendedores callejeros sufren 10 afecciones en La Paz

El estado de salud y seguridad en el área informal es deficiente, según el ISAT.

Un estudio levantado por el Instituto de Salud y Trabajo (ISAT) sobre salud y seguridad laboral en La Paz reveló que las vendedoras de mercados están expuestas al menos a 10 enfermedades, como la disminución de la visión, obesidad, anemia, hipercolesterolemia (colesterol elevado en la sangre), dorsolumbalgia (dolor en la espalda), várices, infecciones urinarias, caries, gastritis e hipertensión arterial.

Comercio en vía públicaEl director general del Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO), Nicanor Jové, informó que además de las afecciones a las que se exponen las comerciantes, también están a merced constantemente del ruido y la inhalación de tetraetilo de plomo  que eliminan los vehículos.

Según el profesional, “estas toxinas pueden producir cáncer pulmonar o estomacal, además de estrés agudo, por el ruido, lo que ocasiona gastritis”.

Los hábitos. El especialista explicó que el hecho de permanecer sentada en un puesto, junto con los hábitos de consumir alimentos en el lugar de trabajo, y la falta de actividad física son factores que condicionan el aumento de grasa, lo que deriva en obesidad, mientras que el dolor de espalda está relacionado con el manejo de cargas y pesos que hacen a diario en sus labores.

Para cumplir “esas acciones, no tienen precaución ni usan herramientas, como carritos o montacargas. Deben ser más conscientes, pues se trata de su salud”.

Explicó que las vendedoras no acuden a servicios de salud, aún necesitándolos, por dos factores: el económico y la falta de tiempo por sus horarios de trabajo.

“Es necesario que cada vendedora acuda a consulta de medicina general y con especialistas para tratarse de las enfermedades que se les hubiera detectado”.

Recomendó también que deberían acudir a un tratamiento odontológico para tratarse las caries dentales y otros problemas.

Programas de prevención. En criterio de Jové, es una prioridad la implementación de programas que eviten la propagación de las enfermedades en este sector. “El municipio debe realizar un plan para evitar más afecciones, hay que fortalecer la reducción de la contaminación ambiental y el ruido”.

Destacó que el sistema único de salud que el Gobierno planifica implementar ayudará a eliminar los índices del problema.

Llamó a las autoridades municipales, al Ministerio de Trabajo y a Tránsito a promover las condiciones para asegurar el registro de estándares mínimos de seguridad laboral en el sector informal.

Los resultados. Para establecer el diagnóstico, el ISAT estudió a 100 comerciantes de diferentes mercados.

La mayoría presentó disminución de la vista; la segunda enfermedad encontrada es la preobesidad u obesidad, el tercer problema de salud corresponde a la anemia, también se registraron elevados niveles de grasa en sangre y, finalmente, como quinta enfermedad recurrente, detectaron la dorsolumbalgia o dolor de espalda.

Según el informe, el estado de salud y de seguridad en el trabajo en el área informal es deficiente a partir de los diferentes aspectos laborales, económicos, sociales y de salud pública.

“Estas personas forman un grupo vulnerable porque están expuestas a diversos riesgos no controlados en el área informal”, sostuvo el Director del INSO.

100 vendedoras callejeras fueron sometidas a un estudio encomendado por un instituto especializado.

Son varios los riesgos y no tienen seguro de salud. El estudio del ISAT reveló que las vendedoras no son conscientes de los riesgos a los que se exponen día a día mientras atienden sus puestos de venta en las calles.

El sedentarismo al que deben someterse para vender las lleva, en su gran mayoría, a estar asociadas a problemas de sobrepeso u obesidad, que a la larga pueden representar un factor importante de riesgo.

Estos males suelen generar el desarrollo de otras enfermedades e incluso derivar en la muerte repentina de las afectadas.// La Prensa

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