Si los glaciares llegaran a desaparecer, La Paz tendría un 12% de déficit de agua

Una estimación de los caudales de agua esperados para la ciudad de La Paz, en caso de una desaparición total de los glaciares, muestra que las cuencas recibirán anualmente un 12% menos de recursos hídricos, según una de las conclusiones del estudio del geólogo Álvaro Soruco Sologuren.

“Estas cifras permiten anticipar desde ahora los futuros trabajos a realizar para alimentar de agua potable a la ciudad de La Paz, cuyas necesidades van en crecimiento”, dice Soruco en su libro Medio siglo de fluctuaciones glaciares en la Cordillera Real y sus efectos hidrológicos en la ciudad de La Paz (IRD, 2012).

Cambio climáticoLas estimaciones muestran que el déficit será de 9% durante la estación húmeda y de 25% durante la estación seca, si se mantienen los niveles de precipitación anuales medidas por el estudio. Estos porcentajes corresponden al agua (producida por los glaciares) que llega hasta las represas para luego ser potabilizada.

El geólogo Soruco llegó a esas conclusiones luego de una investigación sobre el retroceso en la masa de los glaciares durante los últimos 50 años (Cordillera Real) y su implicación en los recursos hídricos de la ciudad de La Paz. Los glaciares sobre las cuencas hidrológicas de Tuni Condoriri, Milluni, Hampaturi e Incachaca fueron estudiados, y los resultados pueden ser tomados en cuenta para realizar proyecciones hidráulicas de alimentación en agua para las ciudades de La Paz, El Alto y alrededores.

“Hemos medido la disminución de la superficie cubierta de hielo de las cuatro cuencas hidrológicas que alimentan a la ciudad, entre 1975 y 2006 —dice Soruco—, y hemos estimado la pérdida de masa de estos glaciares. En estas cuencas los glaciares han perdido 47% de su superficie y 53% de su volumen desde 1975. Gracias a las observaciones relativas a los caudales hidrológicos y a las precipitaciones disponibles, estimaciones de la sublimación en la superficie de los glaciares, la evaporación de las superficies no cubiertas de hielo y la infiltración en el suelo, hemos estimado la contribución de agua del derretimiento de los glaciares a la cantidad total de agua disponible a la salida de las cuencas que se utilizan para la alimentación de agua potable”.

La primera parte del trabajo se concentró sobre el glaciar de Zongo, donde el científico realizó una comparación histórica de los tres métodos de estudio más utilizados para determinar la variación de masa o balance de masa de un glaciar (glaciológico, hidrológico y volumétrico).

Además determinó las variaciones de masa de 21 glaciares sobre la Cordillera Real. En este caso la conclusión mostró que el balance de masa de un glaciar (ganancia o pérdida neta anual de nieve en agua equivalente para todo el cuerpo de hielo) depende de su altitud promedio y de su orientación (con un porcentaje de varianza igual a 88%). Con base en esa ecuación, se pudo determinar el balance de masa de 376 glaciares, ubicados entre Negruni y Chacaltaya.

Para el estudio, el científico utilizó las fotografías aéreas de la región, entre las cumbres de Negruni y Chacaltaya. Estas fotografías fueron obtenidas por el Servicio Nacional de Fotogrametría y el Instituto Geográfico Militar en las gestiones 1956, 1963, 1975, 1983, 1997 y 2006. Además se utilizó la información adquirida por el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD, por sus siglas en francés) desde 1991, cuando comenzó el estudio de glaciares junto al Instituto de Hidráulica e Hidrología de la Universidad Mayor de San Andrés.

La última etapa de la investigación consistió en cuantificar la contribución de los glaciares al sistema hídrico de La Paz, que está constituido por la cuenca de Tuni Condoriri, Milluni, Hampaturi e Incachaca. El estudio demandó meses de trabajo en el Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH) en Bolivia y el resto del tiempo en el Laboratorio de Glaciología y Geofísica del Medio Ambiente (LGGE, por sus siglas en francés) en Francia.// PIEB

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