Interrupción del embarazo, un serio riesgo para la mujer

Los factores sociales o económicos, como violaciones sexuales, pobreza y principalmente por la falta del uso de métodos anticonceptivos, llevaron a las mujeres a recurrir al aborto, pese a que esta actividad es calificada de ilícita ante las normas bolivianas. Según un estudio, se estima que en el país anualmente se practican alrededor de 80 mil abortos a nivel nacional.

Esta información fue dada a conocer por el director nacional de Marie Stopes International-Bolivia, Ramiro Claure, quien dijo que la documentación comprende 1.386 encuestas realizadas a mujeres en sus hogares y en diferentes de establecimientos de salud del sistema público. De cada 10 mujeres más de una se practicó un aborto.

Entretanto, otro grupo de mujeres optan por efectuar la interrupción de embarazos directamente en los lugares ocultos denominados “clandestinos”, donde ni la Policía ni la población pueden identificarlos.

En estos espacios las mujeres corren el riesgo de morir, ya que los profesionales no garantizan la vida de la paciente. Según datos de una encuesta post censal, el 10% de muertes maternas son por abortos.

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Los rostros del aborto

Aborto en BoliviaEl aborto es la muerte de un niño o niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la etapa que va desde la fecundación (unión del óvulo con el espermatozoide), hasta el momento previo al nacimiento.

Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna anomalía o disfunción no prevista ni deseada por la madre; y de aborto provocado (que es lo que suele entenderse cuando se habla simplemente de aborto) cuando la muerte del bebé es procurada de cualquier manera: doméstica, química o quirúrgica.

Los defensores del aborto han procurado cubrir su naturaleza criminal mediante terminología confusa o evasiva, ocultando el asesinato con jerga como “interrupción voluntaria del embarazo” o bajo conceptos como “derecho a decidir” o “derecho a la salud reproductiva”. Ninguno de estos artificios del lenguaje, sin embargo, pueden ocultar el hecho de que el aborto es un infanticidio.

Tipos de Aborto

El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de por medio de algunos métodos domésticos, a través de los siguientes métodos:

Por envenenamiento salino. Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que protege al bebé. Se introduce una larga aguja a través del abdomen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza “el parto” y da a luz un bebé muerto o moribundo, muchas veces en movimiento.

Por Succión. Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está desarrollando, así como la placenta y absorbe “el producto del embarazo” (o sea, el bebé), depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse.

Por Dilatación y Curetaje. En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la cual se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el bebé es ya demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en pedazos con ayuda de los fórceps.

Por “D & X” a las 32 semanas. Este es el método más espantoso de todos, también es conocido como nacimiento parcial. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento. Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. Así extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión.

Mediante Prostaglandinas. Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su principal “complicación” es que el bebé a veces sale vivo. También puede causarle graves daños a la madre.

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Testimonios sobre interrupción de embarazos no deseados

De acuerdo con dos testimonios sobre embarazados no deseados, dos personas nos dan a conocer algunos pormenores de los momentos angustiosos por lo que tuvieron que atravesar en aquellos lugares que se encargan de efectuar estas prácticas ilegales.

M.M.

“Tenía 12 semanas de gestación y tome tres veces al día una yerba que me recomendaron mis amigas, ellas me dijeron que era efectiva para que mi embarazo no continúe, porque yo tengo muchos hijos y no puedo tener más. Entonces levanté sacos llenos de maíz. Después de unas dos o tres horas me vino mucho sangrado, pasó a mi ropa y no paraba la hemorragia, hasta que mi hija vio mi situación y me llevó a Emergencias del Hospital de la Mujer, y luego de ahí ya no me acuerdo porque perdí el conocimiento. Fue una experiencia negativa, porque puso en riesgo mi vida”.

D.T.

“Cuando supe que estaba embarazada, no sabía qué hacer, porque mi novio me dejó una vez que le comuniqué sobre mi estado, entonces, me afligía el hecho de mis padres si se enteraban sobre lo que me sucedía no hubieran querido saber mas de mí, por eso pensé que la mejor solución era abortar. Entonces averigue la dirección donde realizaban abortos. Cuando llegué al lugar era tan raro, porque estaba todo encerrado, sin embargo, de afuera se veía como una casa normal. Había muchas mujeres al igual que yo, pero lo peor fue cuando me introdujeron al ambiente quirúrgico, donde los médicos de ese lugar no me trataban bien, y me inyectaron para que me duerma y no sienta. Fue una experiencia desagradable para mí, pues nunca antes había pasado por esta situación ”.// El Diario

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