Mujeres en la Revolución de 1809 en La Paz

Act. 15/07/2016
La Paz protagonizó un papel estelar en el proceso de la independencia americana. La libertad ha sido y es un sentimiento constante e irrenunciable. A doscientos tres años de esta gran gesta libertaria y revolucionaria, en el presente artículo recordaremos a una parte funda-mental de esa lucha: aquellas mujeres que se enlistaron en las filas de los patriotas al lado de sus familiares o por cuenta propia para contribuir en el logro de la tan añorada independencia de una potencia ajena a nuestra tierra.

Presentamos las semblanzas históricas de cuatro heroínas paceñas protagonistas de ese trascendental momento y proceso. Como se podrá observar, se procuró abordar a estas heroínas que han tenido directa relación y actuación con el protomártir Pedro Domingo Murillo, ejecutado junto con sus compañeros de causa, aquel nefasto pero a la vez histórico 29 de enero de 1810, que a pesar de su determinante labor, han estado un tanto relegadas u olvidadas en comparación de otras heroínas de las que si se tiene mayor noticia.

Manuela Josefa de La Concha Olmedo de Murillo (¿-?). Esposa legítima del protomártir de la independencia Pedro Domingo Murillo1. Nacida y vecina de la ciudad de La Paz. Tuvieron tres hijos: Joseph Manuel, Francisca Paula y Juan Manuel. Perteneciente a una familia acomodada y de significación social.

“Compañera abnegada … de Pedro Do-mingo Murillo, … Heroína (que) con sacrificio admirable y abnegación sin par supo alentar los trajines subversivos de este patriota para conseguir la independencia …”. “… Murillo en su matrimonio legítimo con doña Manuela de la Concha Olmedo, tuvieron su último hijo Juan Manuel Murillo de la Concha en 1788, … hasta entonces el ho-gar legítimo de esa unión matrimonial fue normal y permanente. No se conoce posteriores divergencias de este matrimonio, ni ningún testimonio de divorcio, presumiéndose la separación consentida de ambos consortes”.
Manuela Durán (¿-1856). Concubina del protomártir de la independencia Pedro Domingo Murillo y compañera en todo el proceso de la revolución paceña, con quien convivió desde 1790. Natural de la ciudad de La Paz, hija de don Pedro Durán, des-conociéndose datos sobre su madre. De esta convivencia procrearon nueve hijos: Narciso7, Ildefonso, Tomasa, Teresa, José Anselmo, Manuel, Juana de Dios, María Manuela y María Vicenta.

Manuela Durán falleció en 1856 en Lima-Perú.

Tomasa Murillo Durán (1790 o 1791-1860). Hija de Pedro Domingo Murillo y Manuela Durán. Nació en la ciudad de La Paz en diciembre de 1790 o enero de 1791. Contrajo matrimonio con don Andrés Salcedo en 1806, con quien tuvieron cuatro hijos: José Santiago, Félix, Eustaquio y Melchor. “… Tomasa compartió con el caudillo su amarga vida de prisionero y fugitivo”. “Su vida antes y después de la epopeya que glorificó a su progenitor, fue un doloroso calvario de angustias y vicisitudes sin fin. Vivió para honrar la memoria de su estirpe y el temple de la mujer paceña”.

Tomasa estuvo en los momentos más difíciles al lado de su padre, como cuando huía de las fuerzas realistas. “Entretanto Murillo fugó para las montañas de Songo en compañía de un amigo suyo Manuel Rivera, de un soldado Goyoso y de su hija Tomasa”. O, como cuando ya había sido capturado: ”Murillo solicita permiso para escribir a Goyeneche: obtenida la licencia, su hija se encarga de llevar la carta a su destino. Goyeneche lo recibe, acaricia a la niña y contesta. Al regreso de ella, el oficial escolta a Murillo cabalgando en su propia mula y llegan a La Paz el 11 de noviembre a las seis de la tarde”.

Es el 29 de enero de 1810, la hora de despedirse de su hija Tomasa. “Al llegar (Pedro Domingo Murillo) a la esquina de la plaza abrazó a su hija mayor (Tomasa Murillo Durán), le dejó su denario, un anillo y un pañuelo, diciéndola: “Hija mía, hasta el valle de Josaphat; has sufrido tanto como yo; huye de La Paz, sin mirar a tus espaldas”.
Mujeres en la Revolución de 1809 - Bolivia informa
Durante tres días los hijos de Murillo corrían las calles y se detenían al pie del lu-gar de la ejecución como pajarillos huérfanos arrojados de su nido. La caridad publica misma parecía sorda y ciega para con esas infelices criaturas a quienes se les desechaba con el título de hijos de un alza-do. Sus bienes habían sido confiscados; entre ellos la casa, es decir el hogar. Esa familia se dispersó y murió en la pobreza sin haber obtenido indemnización alguna de la patria”.

Conversando con un historiador de la época, Tomasa decía: “Yo fui la primogénita y soy la última de mis hermanos, nos dijo la anciana ahogando un suspiro. Muero en la mendicidad, en un lecho debido a la caridad pública. El anillo que me dio mi padre, lo conservé como una reliquia hasta que el hambre me obligó un día a deshacerme de él. No he guardado sino este denario que te lo lego …”.

La anciana calló: el sacerdote nos reemplazó a la cabecera de la moribunda. Un día después cuatro paletadas de tierra cubrían para siempre los restos de la hija de Pedro Domingo Murillo”.

Tomasa Murillo falleció en 1860, habiendo ya perdido para ese tiempo el sentido de la visión. “La hija primogénita de Murillo, murió en un hospital en medio de la mayor miseria”.

Teresa Murillo Durán (1794-?). Hija de Pedro Domingo Murillo y Manuela Durán. Joven que a pesar de su temprana edad sentía y sufría las crueldades sobre su padre y familia. Nació en La Paz hacia 1794.23 Respecto a Teresa Murillo Durán, se tiene la siguiente nota:”La hija de este gran hombre, el día antes de subir su padre al cadalso, fue a recibir el último adiós, y al estrecharle entre sus brazos, (le) entregó un anillo con estas significativas palabras: “Conserva esta única prenda en prueba de mi cariño; y recuerda siempre, que la tea que dejo encendida, nadie la apagará y la patria agradecida, cuidará de tu existencia”. La ilustre Teresa Murillo murió en el hospital, desapareciendo con ella el histórico anillo”. Para ese tiempo, se calcula que Teresa tendría entre 15 y 16 años, una adolescente.

Teresa Murillo falleció en 1856 en Arequipa-Perú.// El Diario
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