Estudio: Las microempresas desaparecen o se estancan, y pocas saltan a pequeñas empresas

El salto cualitativo de una microempresa a una pequeña empresa, o la transformación de una pequeña empresa a otra mediana, no sucede con frecuencia debido a distintos factores que van desde la formación de los propietarios hasta la competencia en el mercado. Existen muchas limitaciones, y la muestra clara es que las empresas o desaparecen o se quedan estancadas, son pocas las que tiene saltos cualitativos, dice el investigador Julio César Daleney.

El investigador Julio Cesar Daleney, del Instituto de Investigación y Capacitación en Ciencias Administrativas de la UMSA, ha dirigido un estudio para conocer las determinantes que influyen en esa conversión. El “Análisis del proceso de aceleración del emprendimiento de la micro hacia la pequeña empresa” es el título del trabajo que concentró su mirada en las cadenas de valor y las fases que atraviesa un emprendimiento empresarial.

Daleney dice que el estudio ha mostrado que no existe un crecimiento de las microempresas, y son contados los casos en que se transforman en una pequeña empresa. “Se llega a un punto en que la mayor parte de las empresas o desaparecen o paran de crecer –dice el coordinador del estudio. Digamos que una microempresa tenía tres empleado, llega a cinco y con eso están conformes. Son pocos los ejemplos que llegan a la etapa de aceleración… no existe un salto de la micro a la pequeña empresa ni de la pequeña a la mediana, inclusive eso se puede ver en las grandes empresas, de las sociedades de responsabilidad limitada, les cuesta dejar a un lado sus paradigmas empresariales”.

El estudio se hizo con microempresas de la ciudad de El Alto que trabajan en el rubro de la artesanía y joyería, manufacturas de cuero y textiles, madera y metalmecánica, y producción de lácteos y comercialización de carne de camélidos.

Microempresa en BoliviaLos factores que influyen tienen que ver con una ausencia de preparación o capacitación de sus propietarios para encarar: negociaciones con entidades de financiamiento, elaboración de proyectos, transferencia de tecnología y manejo de recursos humanos. En otras palabras se trata de limitaciones financieras, culturales y de formación las que tienen sus repercusiones en el estancamiento de las empresas.

El otro factor tiene que ver, según Daleney, con que el microempresario cuida su negocio o capital como si fuera un “fortín” al que debe proteger de la injerencia de terceros. Esto le impide abrirse a un panorama de asesoramiento de los bancos, buscar nuevos socios y hacer alianzas estratégicas. Tampoco se abren a asesorarse para elaborar una planificación estratégica del negocio, lo que a su vez impide traducir ese plan en programas de operaciones y de presupuestos.

Aunque la cuantía de capital para definir diferencias entre la micro, la pequeña e incluso la mediana empresa es relativa, se considera a un micro emprendimiento cuando cuenta con menos de diez empleados, mientras que una pequeña empresa puede tener hasta veinte y una mediana hasta 50 dependientes. Lo cierto es que en el país se cuentan entre 100 mil microempresas y pequeñas empresas, la mayor parte de ellas (micro) con dos a tres empleados dependientes.

El estudio realizado en la UMSA plantea que “es fundamental que las microempresas, utilicen instrumentos administrativos necesarios en procura de enfrentar los procesos de globalización y los retos empresariales existentes”. El Instituto de Investigación y Capacitación en Ciencias Administrativas tiene como política hacer énfasis en la interacción social, por lo que se prevé que llevará un proceso de acompañamiento para desarrollar entre los emprendedores un proceso de sensibilización, identificación, formulación, puesta en marcha y aceleración (maximización del valor agregado e innovación continua) de sus empresas.// PIEB

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