Viviendo con cebras y burros


Era común para los que caminamos o alguna vez pasamos por el centro paceño -exactamente por la "Perez"y sus alrededores-, era frecuente pasar por donde se nos daba la gana, ni siquiera esperábamos a llegar a la esquina para cruzar a la otra calzada. Al parecer nos gustaba esquivar alos vehículos por aquí y por allá. Eramos medio futbolistas diría yo, te preguntarás por qué, pues por que le hacíamos una gambeta a un minibus (zás por aquí), luego otro amague a otro micro (zás por allá) y si todavía podíamos hacíamos un último baile a un taxi (zás por acullá); entonces sorprendentemente llegábamos a la acera del frente -en ese momento suspirábamos por alcanzar el otro extremo sin un rasguño-.
Entonces para ponerle un p oquillo de orden a ese caos se le ocurrió a la alcaldía hacer aparecer en las calles paceñas a unos seres de blanco con negro o negro con blanco, exactamente a veinte de ellos, eran las hoy famosas "CEBRAS"; es increíble que eso haya sucedido hace ocho años. Era todo un espectáculo verlos en acción; tuvo que pasar mucho tiempo antes de que la gente aprendiera las normas de vialidad urbana y a los pasos de cebra que existían desde hace mucho antes. Otra misión importante que cumplieron las cebras es hacernos caminar hasta los puntos de parada y no abordar una movilidad donde se nos de la gana.
Pero como somos duros para aprender esas cosillas, fue necesario que aparecieran otros seres más parecidos a nosotros que a las cebras, entonces surgieron los "BURROS", eran como nosotros, pues su misión es hacer lo mismo que nostros, pasar de acera a acera por cualquier lugar, no respetar el semáforo y cosas así.
Tanto Cebras y Burros ya son parte de nuestra ciudad, nos han enseñado a respetar un poco las normas de educación vial, nos han permitido ser mejores ciudadanos, así que FELICIDADES BURROS Y CEBRAS. Esperemos que cada vez seamos menos burros y nos parezcamos más a las cebras.
_

Publicar un comentario

0 Comentarios