Motos: Aprilia Dorsoduro 1200 ABS, 130 caballos de control total

Con la Dorsoduro 1200 ABS Aprilia ha radicalizado el concepto de supermotard de gran cilindrada hasta tal punto que nunca antes había sido tan recomendable hacerse con el ABS y el ATC para apaciguar una máquina con dos poderosos cilindros que hacen sentir todas y cada una de sus explosiones justo por encima del ralentí.

Una parte ciclo de lujo y una distancia entre ejes ligeramente superior que en la 750 ayudan a tenerla bajo control, aunque su peculiar comportamiento en carreteras reviradas y la contundencia de su motor V-Twin de 1.197 cc recomiendan un previo y detallado estudio de todas sus posibilidades, que son muchas y justifican sobradamente el precio a pagar: 11.599 € o algo más si la queremos con ayudas electrónicas.

Carácter moldeable

La Dorsoduro 1200 es una moto que recomienda encarecidamente saber hasta qué punto podemos ayudarnos de la electrónica antes de subirnos por primera vez porque es una moto exageradamente radical y deportiva. En este caso, como en la 750, podemos escoger entre tres mapas de inyección muy distintos entre sí: con el mismo botón que usamos para encender el motor podemos movernos del modo T (touring), al R (lluvia) y finalmente al más deportivo de los tres, el S (sport).

Sorprende cómo, incluso en marcha, la dulzura y suavidad de reacciones del modo R, ideal para condiciones de agarre muy limitadas, da paso a la radicalidad del modo S con tan sólo apretar el botón y en cuestión de un par de segundos. Es lo que tiene la electrónica, ofrece muchísimas posibilidades y más todavía si optamos por el pack con ABS y control de tracción, que sale por unos 800 euros más.

El ABS es desconectable y tiene un funcionamiento perfecto mientras que el ATC es regulable en tres niveles: el 3 interviene constantemente y da muy poco margen; el 2 es algo más permisivo y perfecto para disfrutarla con seguridad; y el 1, que es el mejor para un uso en circuito, sólo interviene en caso de riesgo evidente.

Poderosa apariencia

Aunque estéticamente no se distingue apenas de la 750, sí se hace evidente enseguida que es más musculosa y grandota como consecuencia de su mayor cilindrada.

De todas maneras la fórmula es exactamente la misma y hace pensar igualmente en una supermotard, pero en un plan aún más bestia: manillar ancho, asiento duro y sin desniveles, amortiguador trasero inclinado y en un lateral para dejar espacio a los escapes y una zona central relativamente estrecha hace ver cuáles son sus intenciones, sin olvidarnos del chasis mixto ligeramente reforzado para la ocasión y las suspensiones Sachs de alta gama completamente regulables.

Las similitudes se mantienen una vez en marcha gracias a la altura considerable del asiento y a la posición resultante tras abrir los brazos, flexionar sólo un poco las piernas y adelantar bastante el cuerpo, logrando una posición sorprendentemente confortable.

Incluso toda la instrumentación es la misma que en su hermana menor: una pantalla que nos informa de todo y un sencillo cursor a mano izquierda para navegar por todas las opciones del menú. Por contraste, lo que sí es radicalmente distinto es el tacto al gas, mucho más intimidatorio que antes, sobre todo si nos movemos en el modo S, una fuerza bruta a la que habrá que acostumbrarse.

Relativa autonomía

De entrada su motor se nos presenta muy temperamental en el modo S, haciendo casi obligado ayudarnos del sistema ATC para circular por ciudad con cierta tranquilidad y sin sufrir continuamente por las pérdidas de tracción en ambas ruedas, ya que la delantera tiende a levantarse y la trasera a derrapar.

Afortunadamente en el modo Touring la tarea se vuelve más sencilla, tanto que incluso resulta agradable en ambientes urbanos: gira bien, el manillar pasa bien entre los retrovisores de los coches y la altura no es tan elevada como para complicarnos la vida.

Con un motor de 130 caballos de potencia y una ciclística referencia en su segmento increíblemente ágil, la Aprilia Dorsoduro 1200 es la clásica moto capaz de hacer sentir las mejores sensaciones a cualquiera.

Otra cosa es el tema de la autonomía, porque con unos consumos que tienden a dispararse aunque vigilemos con el gas y un depósito que se mire como se mire es pequeño (15 litros saben a poco), las visitas a la gasolinera pueden ser muy seguidas.// 20minutos.es

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