Hace diez años hacía falta 9.367 toneladas de hoja de coca por año, equivalentes a 5.400 hectáreas de cultivos, para satisfacer la demanda del consumo legal que es principalmente el acullico (masticado), dice el director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (CELIN), Franklin Alcaraz. Las proyecciones muestran que ahora, diez años después, haría falta 8.000 hectáreas para cubrir esa demanda.
Los productores de coca del país concretaron este 12 de marzo una jornada de acullico en defensa de la coca y por su despenalización a nivel internacional. Simultáneamente el presidente Evo Morales se presentó a la reunión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, en Viena, Austria, con similar demanda.
Pero en el país todavía no se conoce un estudio oficial sobre el mercado de consumo legal de la hoja de coca, que fue encargado al Instituto Nacional de Estadística (INE) y debió entregarse a mediados de 2010.
El CELIN hizo un estudio en 2000, y sus actuales proyecciones por efecto del incremento de la población y otros factores lanzan la estimación de que actualmente hacen falta 8.000 hectáreas para satisfacer las cinco formas de consumo de la hoja de coca: acullico, recreacional, medicinal, ritual místico e industrial. El último reporte de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) muestra que en todo el país existen 31.000 hectáreas de cultivos.
En la gestión 2000 también se tuvo el resultado de que el 14% de la población total boliviana practicaba el acullico, un porcentaje que había disminuido desde 1950 cuando se calculó en 33,68% a la población acullicadora. Alcaraz dice que tampoco en este sentido el panorama ha sufrido grandes variaciones porque el consumo de la hoja de coca continúa en la misma dimensión.
En 2009 el gobierno de Bolivia anunció el estudio del mercado legal de la hoja de coca a cargo de un equipo independiente que organizó la encuesta en todo el país. El Instituto Nacional de Estadística se hizo cargo del trabajo, y su entonces directora Martha Oviedo comentó en 2010 que “el cultivo de coca en Bolivia ha sido destinado históricamente para el uso tradicional, pero no podemos olvidar la creciente demanda externa e interna para usos ilícitos, que ha provocado que la presión de la comunidad internacional, genere algunos conflictos sociales en el país”.// PIEB
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