Reserva Barba Azul... el último refugio (Beni)

Fotógrafos apasionados por retratar la vida silvestre se desplazaron hasta un refugio en el corazón del Beni, a 100 kilómetros al oeste de Santa Ana de Yacuma, donde habita la paraba barba azul (Ara glaucogularis), especie única en el mundo que se halla en peligro de extinción y que sólo habita en un área bastante restringida en la llanura moxeña.

La travesía contó con la participación de fotógrafos de vida silvestre de Beni, Chuquisaca, La Paz y Santa Cruz quienes se trasladaron hasta un refugio en el corazón del territorio beniano.

Los relámpagos y una leve llovizna amenazan en la primera noche de expedición, pero la atmósfera está limpia, ideal para hacer fotos. La paraba acude diariamente a una isla de bosque en la orilla opuesta del refugio cruzando el río Omi, donde se alimenta de la palmera de la chonta. Tras cruzar la corriente en un deslizador el grupo de fotógrafos se separa en la pampa, hacia la isla de monte para intentar capturar imágenes de la barba azul. Apenas pasan unos minutos y comienzan a aparecer desde el sur los primeros grupos que cruzan por encima de los aventureros con sus alas desplegadas y volando en total sincronía. Son bastante confiadas y eso las hace presa fácil de los cazadores que las buscan como mascota y para hacer atuendos de plumas, principalmente para la tradicional danza de los macheteros, en la que cada bailarín usa al menos 32 plumas y sólo se utilizan las dos más largas que lleva en la cola.

Gustavo Sánchez, biólogo dependiente de la Fundación Armonía y responsable del Programa de Conservación de la Paraba Barba Azul, considera que se ha dado un paso importante en el reemplazo de las plumas naturales por las artificiales, porque la confección de los trajes crea una demanda de plumas que cada vez se hace más difícil cubrir. Rápidamente, Gustavo hace un ejercicio mental y comenta: “Cada danzante requiere 32 plumas para su tocado; de una paraba sólo se utilizan las dos más largas de las que lleva en la cola. Estamos hablando de 16 parabas por persona. Si consideramos un grupo de tan sólo 20 integrantes, se necesitarían 320 parabas para la siguiente fiesta patronal”.

Beni BoliviaLa frescura que dejó la lluvia de la noche anterior ha servido para mitigar el calor en la pampa moxeña y favorecer para que las parabas y otros animales en la reserva puedan salir por más tiempo. Es casi media mañana y los fotógrafos comienzan a agruparse para regresar al refugio. La primera excursión ha sido muy fructífera, se observa satisfacción en sus rostros a medida que ven en las pantallas de sus cámaras lo que han conseguido: gama (ciervo), oso bandera, lobito de río, lobo de crin o borochi, parabas azules, parabas amarillas, mapache y garzas —muchas garzas de distintas especies y colores— ése es el resultado de su primera incursión.

La Reserva Natural de la Paraba Barba Azul es un predio de menos de 5.000 hectáreas que fueron compradas por la Fundación Armonía a un ganadero de Santa Ana de Yacuma, los fondos fueron conseguidos a través de donaciones de instituciones conservacionistas internacionales. Desde su adquisición, Armonía ha llevado a la reserva investigadores y científicos especialistas en aves, mamíferos, peces, anfibios, reptiles, etc., con la finalidad de evaluar la biodiversidad en el sitio, que ha dejado sorprendido a todo aquel que lo ha visitado. Candy Arias, fotógrafa ambientalista beniana, está más que sorprendida, pese a que mantiene una relación muy estrecha con la fauna de su departamento, ella considera que este sitio es fantástico por la cantidad de aves y mamíferos que se han podido fotografiar en apenas unas horas durante la primera jornada.

La Reserva Barba Azul es un pedacito de territorio en la pampa de Moxos donde se han registrado más de 223 especies de aves, aproximadamente el 20% del total catalogado para Bolivia. La lista de mamíferos, obviamente, es más corta, pero no menos importante, igual que la de peces y reptiles. Lo más llamativo es que este lugar tiene la población más grande de parabas barba azul en estado silvestre. Se han registrado al menos 300 ejemplares. De ahí la importancia de conservar el sitio, porque es el último refugio de esta ave que se encuentra en vías de extinción y que sólo habita en Beni. El territorio de la paraba barba azul es bastante reducido y se halla fuertemente amenazado por la siembra de pasturas para la crianza de ganado vacuno y por las quemas y chaqueos que destruyen su hábitat. A esto se suma la cacería y extracción de los huevos y pichones para venderlos como mascotas.

El relevamiento fotográfico ha sido un éxito, las mejores fotografías serán ampliadas y llevadas a distintas poblaciones de Beni y del país para mostrar la rica fauna de la Reserva Barba Azul. Queda la satisfacción entre los fotógrafos el haber podido capturar con sus cámaras especies únicas y emblemáticas, pero también queda la preocupación por el futuro incierto de este espacio que está en busca de lograr su titulación como un área protegida, así conservar a la paraba barba azul y su entorno.

Beni BoliviaEl estado poblacional de esta especie es alarmante y esta área es el último refugio para la paraba barba azul que tiene una población que año tras año decrece… hoy son menos de 400, la cuarta parte de los oso panda en China o la mitad del rinoceronte blanco en África.

Un tercio de las aves están en peligro de extinción en el mundo. En Bolivia son muchas las especies que permanecen en la “lista negra”, son animales que probablemente las próximas generaciones ya no podrán conocer. Sin embargo, también crece el optimismo. Se espera que las entidades nacionales y locales —a través del municipio de Santa Ana de Yacuma y la Gobernación— logren conservar este pedacito de suelo beniano para proteger la paraba barba azul, el borochi, el oso bandera, el mapache, el lobito de río y otras tantas especies que fueron registradas por la lente de los fotógrafos de vida silvestre.// La Razón (COM)

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