66% de los bolivianos que trabajan forman parte del comercio informal

En las calles de nuestras ciudades son comunes filas interminables de vendedores de todo tipo flanqueando el paso de los transeúntes. De un lado a otro, la oferta de artículos, muchas veces inusuales, llega a apoderarse de las veredas, mientras el tránsito vehicular se congestiona a mediodía.

El comercio informal es parte de nuestras vidas, prueba de ello es que un 66,7 % de la Población Económicamente Activa (PEA) de 4.8 millones de personas se desenvuelve en este campo, señala un estudio elaborado por la fundación UNIR Bolivia.

La actividad económica es uno de los factores que contribuye a la construcción de identidades. El resto de los trabajadores están distribuidos en la administración pública y la empresa privada, aunque en su mayor parte, se trata de empleos informales.

Asimismo, se indica que El Alto es una de las ciudades con mayor informalidad del país, presentando un porcentaje de 70%. En segundo lugar está Cochabamba con el 62% y La Paz ocupa el tercer lugar con un 51%. En las tres ciudades, al igual que en el resto del país, el comercio informal tiene un nivel familiar y semi-empresarial.

Economía en BoliviaEl Director de Mercados y Comercio en vía pública del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (Gamlp), Miguel Ayala, afirma “el comercio en la vía pública se usa como una medida de subsistencia. La crisis económica del país durante los años 80, dió a lugar a varias disposiciones. Entonces, toda esta gente se vale del comercio en vía pública para asegurar su subsistencia y se incrementan en las calles los comerciantes minoristas”.

Cuando hablamos de comercio informal nos referimos a la venta ambulatoria, microempresas de subsistencia, como el caso de venta de productos de diversa índole y subempleo entre otros. Pese a no existir un consenso en las definiciones del tema, en general se trata el tema como una actividad ilegal, ya que no se pagan impuestos de ningún tipo.

De acuerdo al funcionario edil, este mecanismo de auto empleo es un fenómeno muy importante sobre todo en las ciudades de La Paz y El Alto donde tenemos gran cantidad de esta actividad.

“Además que nosotros como ciudadanos en la ciudad de La Paz hacemos que esta actividad se vea fortalecida en razón de que somos muy cómodos, en lugar de ir a una tienda o a una galería preferimos comprar en la calle evitando entrar a estas tiendas”, apuntó.

Por su parte el analista económico Armando Méndez, el comercio informal no es malo para la economía boliviana, “es un aspecto de desarrollo, sin embargo el problema ante la economía formal es que esta economía se desarrolla a pasos agigantados. Es una economía donde no se imponen impuestos, en realidad todos estamos acostumbrados a no pagar impuestos”, afirma.

El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz tiene una postura definida en este tema.

“Para controlar el tema de asentamientos el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, el año 2003 contrató una empresa que nos ha entregado una base de datos con un total de registros de 40 mil 370 comerciantes, de esta cifra se saneó el registro, por lo que se tiene 28.338 comerciantes legales que están trabajando, el tema de mañaneras, micro sax, estables, horarios, ferias los hemos ido trabajado a partir del reglamento del año 2003”, afirma Ayala.

Gran parte de esta población es femenina. De acuerdo a Ayala las mujeres han tomado una participación muy importante en cuanto al comercio en vía pública, durante los últimos años. Para darnos cuenta de esta realidad no basta más que mirar a nuestro alrededor.

“De acuerdo las registro que tenemos nosotros de esta actividad, señala que 80% son mujeres y el resto son hombres. Ellos están amparados en una ordenanza municipal 101/94 Honorable consejo Municipal, Honorable Alcaldía Municipal que dispone que todos los comerciantes que tengan documentación referente a su actividad puedan realizar una actividad económica, que está vigente a partir de la promulgación de la misma el año 94”, explica la autoridad.

La postura estatal en este tema, no se ha profundizado. Por ejemplo aún no se ejecutan acciones claras para regular el comercio de la ropa usada, que también se comercia en vías públicas. El comercio informal, como una forma de subsistencia ante la crisis, también está estrechamente relacionado con la necesidad de reactivar el sistema productivo del país. Ante la falta de políticas más generales existen iniciativas como la que presenta la Universidad Nuestra Señora de La Paz, que a través del programa Incubando Emprendedores.// El Diario

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