Desde 2003, en 13 años de trabajo, las fuerzas erradicadoras
destruyeron 26.228 hectáreas (ha) de cocales en parques nacionales. Pese a que
el cultivo de la hoja en áreas protegidas está penado por la Ley 1008, no hay ni
un detenido por este delito, según datos oficiales.
Autoridades antidrogas aseguran que los infractores se dan
modos para cultivar coca en esos sectores, ya que migran por pequeños espacios
de tiempo, para evitar ser detenidos. Además, aseguran que esta producción de la
hoja va al narcotráfico.
El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, informó que
hasta la primera quincena de agosto se erradicaron al menos 1.052 hectáreas (ha)
de coca en áreas protegidas, distribuidas de la siguiente forma: 371 ha en el
Parque Nacional Carrasco; 265 ha en Amboró; 1 ha en El Choré; 341 ha en el
Parque Nacional Isiboro Sécure y 72 ha en el Parque Madidi.
Difícil. La autoridad gubernamental reconoce las dificultades
con que tropiezan los agentes antidrogas en las interdicciones que realizan en
esas zonas forradas por la vegetación.
“La prohibición de la producción de coca en parques nacionales es drástica porque, según la Ley 1008, es considerada como zona ilegal ya que no puede haber ninguna planta de esta naturaleza en esos sitios”, dijo.
Cáceres expresó que las fuerzas policiales hacen peripecias
para ingresar hasta estas plantaciones, donde solo encuentran viviendas
precarias abandonadas. “En honor a la verdad, hasta ahora no se ha logrado
aprehender a nadie porque estas personas, al igual que las organizaciones de
narcotraficantes, manejan sistemas de comunicación que los alertan de las
interdicciones que se llevan adelante y eso les da tiempo para abandonar el
sitio”, lamentó.
Un agente antidroga, que pidió no divulgar su identidad, contó
que es complicado armar operativos en medio del frondoso bosque, donde no hay
caminos y menos puentes, con árboles de más de 10 metros de altura y donde
ingresan pocos rayos de sol.
El informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga
y el Delito (UNODC), presentado en agosto, da cuenta que en las áreas protegidas
se cuantificaron 214 hectáreas en 2014. La misma fue determinada tomando en
cuenta el proceso de saneamiento de la zona denominada “Polígono 7” en el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), también de la
delimitación de la “Línea Roja” en el Parque Nacional Carrasco, establecida para
evitar nuevos asentamientos.
A decir de la autoridad antidroga, uno de los grandes
obstáculos con que tropiezan en las interdicciones es la inexistencia de caminos
y puentes para el acceso. “La coca que se cultiva en esas zonas lastimosamente
alimenta al narcotráfico, por ello es que se ha dispuesto coca cero en estos
sitios, es decir que no debe existir plantaciones ni asentamientos humanos”,
subrayó Cáceres.
Según la investigación del Viceministerio de Defensa Social, la
gente que ingresa a los parques nacionales lo hace por tres meses, tiempo que
dura el chaqueo, quema y cultivo de la hoja de coca. Luego vuelve a salir. Otras
personas, siembran la coca en las áreas protegidas y vuelven a sus comunidades
de origen y retornan solo a cosechar el producto.
El jefe nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el
Narcotráfico (FELCN), coronel Santiago Delgadillo, afirmó que el Comando
Estratégico Operacional (CEO) hace operativos constantes en los parques.
Dos policías antinarcóticos confesaron que da miedo caminar en
el monte, donde solo se observan sendas. “No sabemos qué rumbo tomar porque lo
único que se ve ahí son árboles y aún así nos topamos con ríos que
necesariamente tenemos que pasar”, explicó uno de ellos.
Delgadillo indicó que en áreas protegidas no se ha encontrado
factorías o laboratorios de droga, solo plantaciones de hoja de coca, las mismas
son erradicadas.
Las áreas protegidas en el país
Número En Bolivia hay 22 parques y reservas que son administrados por el
Gobierno central, a través del Servicio Nacional de Áreas Protegidas
(Sernap).Además, hay más de 100 espacios que tienen protección y que están bajo
tuición de los gobiernos departamentales.
Afectados Los parques nacionales más afectados
por cultivos de coca que son ilegales, son Carrasco e Isiboro Sécure, en el
departamento de Cochabamba; Madidi, en La Paz, y la reserva forestal El Choré,
en Santa Cruz, según datos oficiales.
Producción La extensión de cultivos de coca en
las áreas protegidas entre 2003 y 2015 llegó a 26.228 hectáreas. En este caso,
se tiene un promedio anual de 2.17,5 hectáreas de coca ilegales, ya que la Ley
1008 prohíbe su cultivo en esas zonas. El mayor índice se alcanzó en 2004, con
4.074 hectáreas, según datos estadísticos.
Piden atención en dos zonas cruceñas
Iván Condori - Santa Cruz
En la Gobernación de Santa Cruz se denunció la existencia de
plantaciones de hoja de coca en el parque Amboró y la reserva forestal de El
Choré, motivo por el que se demandó un mayor control de las autoridades
antidrogas en la zona.
La directora de Áreas Protegidas de la Gobernación cruceña,
Dorys Méndez, denunció que hay un abandono por parte del Gobierno al Parque
Amboró y la falta de acciones ante las plantaciones ilegales de la hoja de coca
y la depredación forestal de la citada reserva natural.
Según Méndez, los parques naturales son clave para el futuro
del país y la mitigación de los efectos negativos del cambio climático. “Las
áreas protegidas son espacios de recursos económicos y laboratorio internacional
del futuro, por ello se requieren de políticas nacionales para protegerlas”.
La funcionaria departamental pidió al Servicio Nacional de
Áreas Protegidas aumentar los recursos económicos que fueron reducidos afectando
a los guardias forestales que pasaron de 27 a 13 personas.
La Gobernación de Santa Cruz, desde hace años atrás, reclama
una mayor atención a la reserva El Choré y el Parque Amboró, donde supuestamente
se habría incrementado el avasallamiento, la deforestación y los cultivos de
coca.
Desde la Secretaría de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente
de la Gobernación, revelan que El Choré, las reservas de Guarayos y Bajo
Paraguá, los parques nacionales ANMI Amboró y Kaa-Iya del Gran Chaco, las áreas
protegidas Valle Tucavaca y Laguna Concepción, en los últimos cinco años, han
sido las más afectadas con el considerable incremento de cultivos ilegales de la
hoja de coca.// La Razón.com
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